miércoles, 30 de septiembre de 2015

Ya casi, ya esta todo casi hecho. Mañana es como la última etapa de la vuelta ciclista. El paseo final. Hoy ha sido un paseo muy agradable por bosques y aldeas. Esto sigue siendo Galicia. Una delicia. El tiempo sigue siendo inmejorable. No llueve, no hace calor y podemos caminar con calma.
Hay muchos peregrinos, de todos los pelajes. Distintas nacionalidades. Los que menos ser mezclan son los de Francia, pero aún así son educados y amables. Hoy hemos vuelto a ver a las americanas que tenían las mochilas extraviadas en Astorga. También hemos visto a Bob el piloto retirado, y a Jan con su perrita. La verdad es que es muy graciosa. Se empeña en llevar su madero como nosotros el bastón. Lo malo es que elige unos troncos muy grandes. También hemos coincidido con un peregrino de Dinamarca que esta muy motivado y que caminaba muy despacio pero se le veía disfrutar del camino.
Hemos hecho una parada en un sitio llamado Casa Verde donde tenían colgadas muchas camisetas de peregrinos. A mi me parece una gilipollez de tradición, pero a la gente les gusta y el bar estaba lleno de peregrinos.
Esto de peregrinar es casi una profesión para algunos. Una vez que le coges el tranquilo se hace muy llevadero.

Mañana llegamos a Santiago y se termina la aventura. Esta siendo muy interesante y me alegro de que las fuerzas me estén acompañando.


La etapa de hoy, 19km muy tranquilos entre Palas de Rei y  O Pedrouzo, dos pueblos que no hay quien conozca


Paseando entre bosques de eucaliptos, robles y castaños...

Todavía se pueden ver las secuelas de la aventura de ayer: espinos, zarzas, ortigas y demás vegetación que hay en los bosques gallegos. Pobre Carmen, en menudo lío la metí ayer

Estas costumbres no me gustan nada pero en cambio son muy populares. Aquí se puede ver la casa verde con todas las camisetas de peregrinos colgadas

 Un selfie con el bosque de eucaliptos


Y antes de llegar a Santiago una foto del peregrino madrileño en el bosque de eucaliptos

martes, 29 de septiembre de 2015

Ya he llegado a Arzúa. No pensé que llegaría nunca. Menuda paliza la de hoy, he llegado arrastrado como no recuerdo otro día, pero he llegado. Y Carmen esta hecha un toro que ha llegado fresca como una lechuga. Es que no se ha quejado nada de nada, y el día ha tenido sus aventura.

Empezamos tomando un desayuno en el hostal donde hemos dormido. No solemos desayunar al salir sino ya habiendo recorrido algunos km en el camino. Es mucho más agradable y te sientes como que ya estas en faena. Pues hemos comprado unos plátanos y dos porciones de empanada que prometían mucho y nos hemos dirigido a Melide que estaba a mitad de camino. Es un sitio en la frontera de Lugo y La Coruña que dicen que esta lleno de pulperías y que hacen el pulpo tan rico como en Carvallino. Así que teníamos muchas ganas de llegar.

 Tantas que nos hemos perdido al salirnos del camino. En lugar de desandar nuestros pasos he retado a Carmen a atravesar un bosque muy denso que parecía tener un sendero. Pero hete aquí que el sendero se ha esfumado en menos de treinta metros, y buscando una senda limpia nos hemos adentrado en un bosque muy tupido de árboles, cargos, zarzas, pinchos y todo lo que no he gustaría tener entre tus pies. Ayudado por el bastón y pisando unos cardos muy puntiagudos, y soportando todos los pinchazos del mundo hemos atravesado el bosque hasta llegar a una valla  de pinchos, muy alta y que además tenía una buena pared hasta el camino. Así que hemos tenido que deshacer nuestros pasos para buscar un sitio donde saltarla. Lo hemos encontrado como a 200 meros donde al otro lado hacia un prado y una casa. A Carmen no le gustaba la idea porque podríamos encontrar vacas, o un toro, o algún perro, y aquí ser ven muchos mastines... Yo pensaba más en un gallego amable que nos ayudara, y que nos invitara a algo rico para recuperáremos de nuestras doloridas piernas. Al final ha pasado lo de siempre, que el prado estaba desierto. Pero el muy cabron tenía más valla, con más pinchos y más alta.
Hemos visto una puerta muy alta con unas flechas en la parte superior. Yo he conseguido saltarla subiéndome a la mochila y sorteando las fechas amenazantes sobre mi entrepierna.
Cuando finalmente he saltado al otro lado de la valla le ha tocado el turno a Carmen. Afortunadamente había un hierro que atravesaba la parte medioalta de la puerta, pero no llegaba a todo el ancho de la puerta y no alcanzaba el pilón de granizo del extremo.
Con gran dificultad Carmen ha conseguido encaramarse a la barra que atravesaba la puerta, pero los barrotes de la puerta eran muy estrechos y no permitían girar el cuerpo. Además estaban las flechas que también la amenazaban. Afortunadamente había una flecha doblada por donde con mucho esfuerzo y más riesgo aún Carmem podía intentar darse la vuelta para pasar una pierna justo por donde estaba la flecha doblada. Pero si se llega a resbalar... Me quedo sín Carmen. Yo intentaba darle todos los apoyos pero la puerta era muy alta por lo que mi ayuda era un poco inútil. Pero es que no había otra salida que volver al bosque de las zarzas y pinchos. Finalmente Carmen ha hecho un giro de pies que le ha permitido pasar la pierna por la zona de la flecha doblada y ya con los dos pies al lado exterior de la puerta ha conseguido saltar al suelo.
Tenía todo el pantalón ensangrentado por los pinchos y zarzas. Pobrecita, se ha portado como una valiente. Luego me ha cantado las cuarenta durante un rato. Yo creo que ya se le ha pasado. Acaba de salir de la ducha. Es broma, no ser ha quejado nada pero dice que soy un irracional. A lo mejor un poco si que lo soy.

Hemos por fin llegado a Melide y nos hemos recompensado con una tapa de pulpo increíble. Exquisito. Ya con el susto pasado hemos vuelto el camino. Al salir de Melide nos hemos comido los trozos de empanada, que no estaban mal, pero no tan ricos como pensábamos.
Hemos coincidido un rato con Jan, el de la perrita y con un piloto retirado de la usaf y de AA. Se llama Bob y el pobre tenía a su mujer con gastroenteritis que hoy no le pudo acompañar.

Ahí me ha empezado a doler la espinilla y he llegado renqueante a Arzúa. Con tan mala suerte que nuestro hotel estaba al otro extremo del pueblo a las afueras, total casi tres km de propina. Lo único bueno es que eso nos lo ahorramos mañana. Lo malo es que este hotel es el típico de carretera y Carmen tenía uno reservado cuatro km antes y con pinta de hotelito con encanto

Aquí la etapa de hoy, casi diez horas hasta llegar. Es que estaba muy perjudicado. Aqui los datos de la etapa

Y aquí el recorrido

Esta es una iglesia dedicada a Santa Maria, del siglo XII a la que le están sacando los frescos. Tiene una pila bautismal del siglo VIII de los templarios. Y tiene el segundo sello mas antiguo del camino de Santiago

Carmen a cuatro km de nuestro destino, que al final han sido seis...

Jan y yo en un descanso sobre el puente del río Iso
Sólo quedan dos etapas...

lunes, 28 de septiembre de 2015

El camino sigue y ya queda muy poco. Estoy físicamente muy bien y voy aguantando.
Hoy hemos vuelto a salir con niebla, y había bastantes peregrinos por el comino. El paisaje sigue siendo muy bonito, atravesando bosques de castaños y robles, aunque aquí les llaman carvallos. Hemos coincidido al final con Jan y su perrita candela que no para de jugar todo el tiempo.
Hemos acabado el queso que traía, que lo comimos con nueces. Buena combinación. Lo hemos completado con un trozo de empanada de jamón y queso. Candela ha participado del festín.
Hemos hecho una larga caminata hasta Palas de Rei. Pueblo normal que en cambio tiene una iglesia donde hemos encontrado a un grupo de malageñas que estaban cantando canciones, salve rociera incluía, a la Virgen.
Lo único malo es que hemos visto el primer rastro del incendio de un bosque. Que pena.
Mañana empieza la marcha atrás, ya sólo quedan tres etapas.
La etapa de hoy. La pobre Carmen se ha dado una buena paliza, pero la muy c. Esta mejor que yo.

La etapa de hoy

Más bosque y todo tan perfecto...

Iglesia con cruceiro típico del camino. Aquí tenemos cementerio incluido. La aldea se llama Eirrexe

Lo más feo del camino, un resto de un incendio. Que pena.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Hoy el camino ha sido mucho mejor de lo esperado. Que bonito pasar por los bosques de robles y castaños. Y muchos manzanos en la vereda también.
Al principio ha hecho un poco de niebla, con lo que es paseo ha sido fresco, pero luego se ha despejado.
Al salir de Sarria nos hemos encontrado a Jan con su perra Canela. Hemos hecho los primeros km con ellos, y hemos cruzado el rio Sarria por un puente realmente bonito, pero luego el se ha quedado hablando con un conocido y nosotros hemos seguido el camino.

Hemos pasado por aldeas muy pequeñas de gente se se dedica a las vacas.
Nos hemos cruzado con una pareja de alemanes. El, le estaba regañando a ella por algo, pero como no les entendemos no hemos sabido que pasaba. Nos han adelantado y luego nosotros a  ellos, cosas de las paradas que se van haciendo. Pero un poco antes de terminar la etapa nos hemos parado a descansar en un rincón donde tomas lo que hay y dejas un donativo. Y en esto que ha llegado la pareja de alemanes. Han resultado ser una pareja muy simpática. El se llama Patrik y ella Silvia, ambos guapos y jóvenes. Resulta que llevan en el camino desde febrero, y salieron de colonia, Alemania. Ahí es nada. Les gusta entrar a rezar en la iglesias. Pero les ha sorprendido que haya que pagar para visitar las catedrales en España. Nosotros no hemos tenido que pagar nada para ver la catedral de León, pero vete tu a saber, debe ser que a los extranjeros les cobran. Les esta encantando España y de hecho ella ha cambiado la percepción que tenía de los españoles. Al final hemos tenido muy bien rollo y les he regalado un poco de jamón, y lo han agradecido mucho porque van con lo puesto. Tienen pinta de hippies.

Hemos llegado a Portomarin que es un pueblo reconstruido en los años 50, iglesia incluía. Todo debido a la construcción de una presa. El pueblo esta sobre el río Miño, y las vistas son preciosas.

Después de una cena gallega a base de pulpo, pimientos, navajas y berberechos, nos  hemos vuelto a encontrar a Jan, el de la perra Canela, y hemos compartido una tarta de Santiago que habíamos comprado antes. Así hemos cerrado el día, con muy buen rollo y jugando con Canela que le encanta que le tires una piedra.
Aquí dejo unas fotos del día

La etapa de hoy. Como siempre.

El peregrino de los 17 caminos. Jan el cordobés

Mañana de niebla entre castaños

Algunos tan viejos como este

Aunque no han faltado pinos, aunque estuvieran un poco secos

La llegada al final se ve franqueada por el río Miño

Y por fin ya he llegado, a mi espalda la iglesia trasladada piedra a piedra. Interesante obra franquista
 Mientras tomamos un merecido tenteenpie el río Miño nos observa con envidia  sana
Y así, hasta mañana

sábado, 26 de septiembre de 2015

QUE BONITO!!!
No hay palabras para describir lo bonito que ha sido el camino de hoy.  Además el tiempo ha acompañado,  soleado y claro y tanto los paisajes como los caminos han sido inolvidables.
Ayer dormimos en un sitio anodino pero la cena fue estupenda.  Se nota que ya estamos en Galicia,  cualquier cosa te hace llorar de rica que es.
Tomamos un caldo,  pero de Galicia,  o sea que es más potaje que caldo. Riquísimo y calentito que hacía fiio,  y después una chuleta de cerdo con patatas.  Madre mía! Que patatas fritas. Pero patata gallega,  que cosa más rica. Tenían una tarta de santiago que ya  me gusta la mala,  asi que imaginar como me puse.   Y luego me pase a probar los orujos,  el blanco,  el de hierbas.  Esto es pura golosina.
Nos atendió la cena Lola,  galleguiña,  simpática y dispuesta.  El polo opuesto de su jefe del que ya hable ayer.  Una maravilla Lola.
En la mesa de al lado había una peregrina,  de Barcelona.  Simpática y orgullosa de su Barcelona.  Decía que ella no vería Cataluña independiente pero que sus hijos o nietos  si. O sea,  otra independentista encubierta que no se atreve pero que lo desea.

Con los vapores del orujo nos fuimos a dormir.

Y esta mañana un paseo duro en lo físico pero un paraíso para la vista.  Bueno,   y sobre todo para el estómago,  porque a mitad de caminata hemos tomado un pincho de tortilla...  A ver,  una tortilla  de cinco centímetros de alta,  de huevos  de coral,  con la patata pequeña y en su punto de sal aceite y cebolla. El cocinero,  Balbino,  me ha dicho que la tenía que probar cuando le sale bien...  Que reconstituyente más rico.

Entre robles y castaños ha transcurrido el camino;  cuando había algún claro se veía todo el valle impresionante  y cuando no,  pasábamos por un prado con vacas pastando.  Lo único malo es que ha habido mucha cuesta,  pero la verdad es que hemos caminado por la Galicia verde de bosques.  Al final nos hemos parado a tomar un refrigerio a base de empanada.  Que para no dar envidia me voy a ahorrar la descripción.  En ese sitio hemos estado hablando con un vaquero.  Le he contado unos cuantos chistes de gallegos que todavía se estaba riendo.  El me ha obsequiado con otros tantos.  Que claro,  con su acento gallego,  le salían muy bien y muy graciosos.    Hemos estado hablando todo el rato en gallego y a todos les decía muy orgulloso que yo sabía hablar gallego.
De ahí vemos enfilado para Sarria ya todo el rato por la carretera.
Lo dicho un día inolvidable.


La etapa de hoy,  corta puedo intensa,  y mucha horas caminando.

Este es el detalle de una iglesia que tenia algunos fósiles en la pared
 Como este

Cosas tan bonitas como este castaño de más de ochocientos años de antigüedad estimada
 Paisajes como este....

Cuando no eran veredas como esta.

He visto selva menos frondosa que los bosques por los que hemos caminado hoy.

viernes, 25 de septiembre de 2015

Que etapa más bonita y que cansado  estoy.
Ayer dormimos en un hotel rural muy bien puesto en Las Herrerías de Valcarve. Un pueblo enano que en cambio tiene  todo el encanto del mundo con su río  y sus vacas.
Cenamos de maravilla,  todo cosas de  la tierra con un vino joven de nueva creación que estaba muy bueno.  Los pimientos morrones eran de lo mejor del mundo,  así como la ensalada de tomate con cebolla.  Que tomates!! Y para terminar lentejas que nos supieron a Gloria.  Yo repetí. Y esta noche no me he enterado de la digestión.

Esta mañana hemos salido con calma hacia O Cebreiro. Que es la etapa reina del camino frencés junto a la subida de St Jean en los Pirineos.
Ha sido una caminata muy bonita toda en ascenso,  con cansancio y mucho calor. Hemos pasado por dos aldeas. En una de ellas llamada Faba, hemos tomado un zumo de naranja muy rico.  Allí una italiana muy simpática llamada Giancarla me ha regalado un abanico. Era justo lo que me faltaba en el equipaje.  A parte de abanicarte por el camino  sirve para mantener alejadas a las moscas y avispas.

El resto del ascenso ha sido cansado pero viendo unos paisajes impresionantes.
La llegada a O Cebreiro la hemos hecho con unos peregrinos de Madrid.  Uno de ellos se ha puesto a gritar como si hubiera marcado un gol al llegar,  total que nos ha despistado y no hemos disfrutado de la llegada como hubiéramos querido.  Que vergüenza hemos pasado con los grititos.

Desde ahí hemos hecho una breve pausa  para seguir. Yo pensaba que ya no había más ascensos,  pero hemos acabado agotados. No sólo había un ascenso muy cabron, Al alto de San Roque,  sino que hemos coincidido con una excursión del inserso alemán.  Eran lo menos cuarenta y para mi vergüenza iban aún más rápidos que yo.  Menos más mal que nos hemos distanciado un poco y nos hemos podido hacer una foto en el monumento al peregrino.  En la subida al Alto de Poio hemos encontrado alojamiento y hemos decidido quedarnos.  El hostalero es un  gallego malhumorado que no demuestra ningún aprecio por los peregrinos.  Les llama "los diésel"  porque andan mucho y gastan poco.  Bueno ya he visto al gallego resentido.  Espero que el resto sean gallegos vivaces y alegres con la vida.
Ya estoy en Galicia y queda poco para llegar a Santiago.

La etapa de hoy,  la distancia engaña porque ha sido muy dura con tres subidas de primera categoria: O Cebreiro, Alto de San Roque y Alto de Poio

El monumento al peregrino y yo

Eso es una choza muy curiosa que hay en  O Cebreiro. Parece ser una construcción prerromana

La vista del valle era acojonante

Hala!,  ya estoy en Galicia

Un selfie Carmen y yo con el valle al fondo

La subida a O Cebreiro me recordó a la calzada romana de Cercedilla.  Solo que está ver vez iba sin ampolla,  y con una forma física mejor.

Foto de carmen con Giancarla que me ha regalado un abanico precioso

jueves, 24 de septiembre de 2015

Tremendo día.  Más de 28km sobre asfalto con los pies abrasados. Una pena porque el camino ha sido bordeando el río  Valcarce que es súper bonito,  con buen caudal y muy frondoso.  Pero la carretera era lo que he tenía  bajo mis pies todo el tiempo.

Salí hoy  muy temprano,  a eso de las seis y media,  mira que para un hotel decente que encuentro en el camino y se me acaba el sueño a las primeras de cambio.  Mala suerte... Pero hoy tenía por delante una etapa difícil y quería tener tiempo.  Pues he salido de noche de Cacabelos y después de dejar el pueblo he ido por la carretera,  no se veía casi nada .  Me he puesto a caminar por la izquierda con paciencia a esperar que amaneciera. Pero a los cinco km me he metido en un bar del camino a tomar algo de desayuno.  En el bar he conocido a Rodrigo,  de Protección civil y al camarero Manuel.  Yo era el primer cliente del día.  Resulta que Rodrigo es primo de la presidenta de la diputación de León que fue asesinada antes del verano. Lógicamente  la conversación  se ha centrado es en ese suceso.  Me lo han contado con pelos y señales y con toda la familiaridad del mundo.  Les he dejado a eso de las ocho y seguía  haciendo frío,  y tenía mucha carretera por delante.  He hecho varías paradas para descansar los pies. En la primera ha caído una manzana y una naranja.  En la segunda he comido una empanada que se me caían las lágrimas de lo buena que estaba, con la consabida bebida de verano claro!  Y en la tercera he repetido menú pero  me han dado una empanada repugnante que incluso tenía patata y estaba recalentada. para compensar  he pedido una tarta de queso que tampoco era nada del otro mundo,  seguro que era de polvos, ha sido lo más caro que he comido hasta ahora y encima malo.  Para olvidar.
Por fin he llegado  a Las Herrerías donde voy a ver a Carmen,  que hoy se me une al camino. Ha reservado un hotel rural con la mejor cama del camino hasta  ahora. Asi que aqui  estoy descansando esperando a que llegue Carmen desde Madrid.
Os dejo un par de fotos del río que es lo único que me ha merecido la pena hoy.

Los datos de la etapa de hoy.  Eterna

He pasado por un pueblo muy pequeño llamado Pereje.

El río que pasa por Villafranca del bierzo.  Bonito.  Se llama.  Burbia y se junta con el Valcarce.

El río Valcarce que me ha acompañado todo el camino de hoy.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Hoy he salido de Molinaseca a las nueve para darme tiempo a llegar a Ponferrada para comprar el cargador del móvil. La verdad es que llevo un programa que marca el camino y se hace mucho más ameno saber por donde pasas, el tiempo que llevas y la distancia que queda. Entiendo perfectamente a los niños preguntando cuanto falta, es la única pregunta lógica cuando vas de viaje.
Bueno, pues he llegado a Ponferrada, casi nada. Una ciudad de 67 mil habitantes que tiene de todo, y yo con mi tobillo a medias. Me ha costado entrar, buscar la tienda del móvil y salir. Creo que por lo menos he echado dos horas de paseo. Al menos he visto el castillo templario. Una pasada de bonito. Lo curioso es el origen de Ponferrada. Tal cual hoy. Resulta que el poder fáctico de la época, es decir el obispo de Astorga, dio permiso, tal cual hoy, para construir un puente sobre el río Sill para evitar los problemas que le causaba a los peregrinos a Santiago el puente antiguo. Como el puente era de hierro de ahí el nombre, ponte Ferratu... Acabó en Ponferrada. Bueno pues tal cual hoy esta cuidad estuvo a la gresca desde el siglo XI hasta los reyes católicos. Cuando se construyó el puente, la cuidad estaba protegida, como todo el camino de Santiago por los templarios, pero tras la desaparición de la orden se hizo cargo de la cuidad un potentado de la época que fue haciéndose fuerte él y su descendencia hasta acabar a tortas con los reyes católicos que conquistaron la cuidad y hasta hoy. Vamos como la vida misma.

A la salida de Ponferrada he pegado la hebra con una danesa de Copenague y luego se nos han unido una de israelí y otra de Holanda, sus nombres Conie y, Adí y Helen. Pues con ellas he hecho el camino hasta Cacabelos que es donde me voy a quedar a pasar la noche. Pensaba llegar a Vilafranca del Bierzo pero esta lejos y es un pueblo que me parece más pequeño, y aquí he encontrado un hotel estupendo y aquí me quedo.

Tres anécdotas de mis compañeras. La danesa es enfermera y tiene diez nietos. Me ha contado que en Dinamarca hay como tres grandes islas a modo de regiones, y tienen los mismos problemas que en España! Que fuerte, que están a la gresca entre ellos. Y mira que son cuatro gatos, pues nada, que también se llevan mal entre ellos. Es increíble. Luego tenemos a Adi, que es psicóloga y práctica el sicoanálisis. Que por lo visto en Israel los artistas son muy aficionados al psicólogo. Además Adí no come carne. Y luego Helen, de Holanda, que vive en un pueblo que tiene treinta años y está construido todo en tierra ganada al mar. Esta es la más normal, trabaja en una empresa de publicidad y también esta escribiendo un blog del camino.

Las tres venían quejándose de la comida. Yo he flipado. Hemos parado en un sitio anodino pero agradable y he pedido una tabla de quesos del Bierzo, pulpo a la gallega y una ensalada de endivias, y les ha encantado la comida. Las tres me han acompañado con el tinto de verano y decían que era mejor comida del camino. Si vieran el Botillo quiere me comí ayer, que todavía estoy haciendo la digestión...  En fin, que es alucinante la mierda de menú del peregrino que hay por todas partes.

Bueno, con esto acabo la reseña de hoy. Han sido muchos kilómetros y mucho esfuerzo pero estoy en forma y creo que mañana podré pasar de tobillera.
Como iba sin teléfono hoy no hay fotos, pero echar un vistazo al castillo de Ponferrada que al natural es impresionante.

martes, 22 de septiembre de 2015

Sigo sin cargador, y no he llegado Ponferrada porque me he quedado en el pueblo anterior que es muy bonito.
Salí ayer de Astorga, después de dormir en el albergue San Javier donde me quitaron el cargador. A mitad de camino hice una parada en un bar ecológico que atendía Pilar, muy simpática, hija de un militar de la guerra civil. Pero ella se declaraba pacifista y antibelicista todo el rato. Cuando ya casi salía para seguir el camino conocí a un peregrino curioso con el que coincidí después al final de la etapa en Rabanal del Camino. Este es un cordobés, hijo de francés y que se hace llamar Jan, aunque en la credencial pone Juan. Bueno pues este cordobés que trabaja de enfermero en el hospital clínico en Barcelona lleva hechos ya 17 caminos, y este en concreto lo esta haciendo desde el Vaticano, y la mayoría lo hace descalzo. Tiene un hijo de siete años con leucemia y por lo visto le han hecho un trasplante de médula que ha ido bien. Este camino debe ser de agradecimiento al santo.

Pasamos la tarde juntos con unos italianos primero y luego con unas alemanas en un solar con tiendas de campaña dónde Jan se iba a quedar a dormir. Vamos  un descampado durmiendo en una tienda de dormir. Jan viaja con Candela, una perra de tres años listísima, cruce de lobo y pastor alemán. Parece que este cruce da perros pequeños pero muy listos y bravos. Había que verla ahuyentar a mastines y pastores alemanes defendiendo la mochila de Jan.

Acabamos cenando un cocido maragato y dando las sobras a candela. Y también con unas cuantas botellas de vino desde la tarde, así que me fui a dormir pronto con una buena borrachera.

La etapa de ayer la hice con un fuerte dolor en la espinilla. Pensaba que se me pasaría pero me ha dolido toda la noche y he pensado que el camino se había acabado. Pero me he puesto una tobillera que traía, era de las últimas cosas de la mochila que faltaba por estrenar, y poquito a poco y caminando muy despacho me he echado al camino.

Hoy ha sido un camino muy bonito pero apenas lo he disfrutado porque toda la mañana ha hecho una niebla muy densa y la vista de la cruz del fierro me la he perdido.

En Acebo, con más de quince kilómetros he pensado que podía comer y descansar. Y de paso me han cargado un poco el móvil. Pues eso, que me he comido un botillo que me ha sabido muy rico. Creo que esta noche me salto la cena.
He llegado después de una jornada muy Cansada a Molinaseca, un pueblo muy bonito que parece vivir de los peregrinos a la vista de tantas casas con habitaciones que hay. Pero es un pueblo realmente bonito, y la iglesia tiene unos tres retablos barrocos espectaculares.

Me estoy quedando en una habitación de Casa Alejandra, con balconcito. A ver que tal duermo y que tal la pierna mañana.

La etapa de ayer (no tenia cargador y no la puse):

Se nota que he dejado atrás Castilla y el camino se ha vuelto verde.

La cruz del cierto, pero con niebla. Una pena

Se ve Ponferrada al fondo del valle. Eso siempre motiva.

Los pueblos de hoy eran muy pintorescos y mas bien de montaña. Bierzo en vena

Este es Acebo. Muy bonito. El que mas me ha gustado

La iglesia de Molinaseca.

y La etapa de hoy concluida!! Esta si que ha costado

lunes, 21 de septiembre de 2015

Ya sabia que el día de ayer iba a ser largo. Y con cositas.
Empezamos en Leon donde por fin pudimos visitar la catedral. Que impresionante es. Y no es para menos, tardaron casi trescientos años en construirla. Es algo que no se te va de la retina. Ayer después de los treinta y ocho km de la etapa anterior y dado que estaban Carmen y Ana haciéndome el camino menos solitario con su visita, nos fuimos a Astorga, que es también bonita por los cuatro costados. La catedral, si otra, el palacio de Gaudi, las plazas. Bueno, pues pudimos comprar mantecados que me esperan a la vuelta. Pero me comí una palmera de chocolate de llorar de rica. Y de segundo plato comimos un chuletón impresionante. Lo malo es que después de comer se fueron Carmen y Ana. Directas a casa por la N VI.  Yo me fui al albergue.

Albergue San Javier... Cuarenta camas en literas en el piso segundo... Pero no adelantemos acontecimientos. Estuve hablando con el hospitalero, Juan Pablo. Y le di mi ropa, pantalones incluidos, que ya era hora, para lavar y secar. Ayer vago total, ni colada hice. Asi que me fui a dar una ducha. El agua salía cono la manguera de los antidisturbios. Pero...fría!!! La muy cabrona estaba fría!!. Bueno, lo mejor, la salida calentita. Ya limpio y aseado me fui a ver el partido de baloncesto. Ay que ver Gasol, es una máquina. Con la victoria de España decidí tomarme un gin tonic para celebrarlo. En esto me topé con cuatro americanas histéricas preguntando por la camarera. Que tenían que llamar al servicio de transporte de mochilas y se les había hecho tarde. Les ayudé enviando un whatsap que me confirmaron, pero con tan mala suerte que al albergue que van no dejan llevar las mochilas, con lo que las dejaran en otro albergue. Tremendo lío van a tener  Pero he tenido suerte porque en ese otro albergue he podido reservar la última habitación individual, y de paso si puedo arreglare el tema de las mochilas. Pero eso ha sido esta mañana. La noche... Que nochecita. Me acosté sobre las once sin nada de sueño, pero claro, estaba todo el mundo ya acostado, y que iba a haber yo solo con el hospitalero, Gelo, muy buena gente de Astorga, pero en plan hippy. Es lo que hay. Pues  la noche ha sido todo un concierto sinfónico con ópera incluida. Ahí roncada todo el mundo y en distintos tonos y tesituras. Y luego el ruido de las literas. Vamos, que si a eso le añades que he estrenado es saco de dormir pues eso, toda la noche en blanco. Y para rematar me han quitado el cargador del móvil. A ver si encuentro uno por el camino.
Así que cierro la etapa de ayer ahora mientras desayuno.
Gracias a todos los que leéis mis andanzas.

El río es la que es el que le lleva todo el agua al duero.
 La catedral de León, inolvidable

La catedral de Astorga que no se queda corta