viernes, 25 de septiembre de 2015

Que etapa más bonita y que cansado  estoy.
Ayer dormimos en un hotel rural muy bien puesto en Las Herrerías de Valcarve. Un pueblo enano que en cambio tiene  todo el encanto del mundo con su río  y sus vacas.
Cenamos de maravilla,  todo cosas de  la tierra con un vino joven de nueva creación que estaba muy bueno.  Los pimientos morrones eran de lo mejor del mundo,  así como la ensalada de tomate con cebolla.  Que tomates!! Y para terminar lentejas que nos supieron a Gloria.  Yo repetí. Y esta noche no me he enterado de la digestión.

Esta mañana hemos salido con calma hacia O Cebreiro. Que es la etapa reina del camino frencés junto a la subida de St Jean en los Pirineos.
Ha sido una caminata muy bonita toda en ascenso,  con cansancio y mucho calor. Hemos pasado por dos aldeas. En una de ellas llamada Faba, hemos tomado un zumo de naranja muy rico.  Allí una italiana muy simpática llamada Giancarla me ha regalado un abanico. Era justo lo que me faltaba en el equipaje.  A parte de abanicarte por el camino  sirve para mantener alejadas a las moscas y avispas.

El resto del ascenso ha sido cansado pero viendo unos paisajes impresionantes.
La llegada a O Cebreiro la hemos hecho con unos peregrinos de Madrid.  Uno de ellos se ha puesto a gritar como si hubiera marcado un gol al llegar,  total que nos ha despistado y no hemos disfrutado de la llegada como hubiéramos querido.  Que vergüenza hemos pasado con los grititos.

Desde ahí hemos hecho una breve pausa  para seguir. Yo pensaba que ya no había más ascensos,  pero hemos acabado agotados. No sólo había un ascenso muy cabron, Al alto de San Roque,  sino que hemos coincidido con una excursión del inserso alemán.  Eran lo menos cuarenta y para mi vergüenza iban aún más rápidos que yo.  Menos más mal que nos hemos distanciado un poco y nos hemos podido hacer una foto en el monumento al peregrino.  En la subida al Alto de Poio hemos encontrado alojamiento y hemos decidido quedarnos.  El hostalero es un  gallego malhumorado que no demuestra ningún aprecio por los peregrinos.  Les llama "los diésel"  porque andan mucho y gastan poco.  Bueno ya he visto al gallego resentido.  Espero que el resto sean gallegos vivaces y alegres con la vida.
Ya estoy en Galicia y queda poco para llegar a Santiago.

La etapa de hoy,  la distancia engaña porque ha sido muy dura con tres subidas de primera categoria: O Cebreiro, Alto de San Roque y Alto de Poio

El monumento al peregrino y yo

Eso es una choza muy curiosa que hay en  O Cebreiro. Parece ser una construcción prerromana

La vista del valle era acojonante

Hala!,  ya estoy en Galicia

Un selfie Carmen y yo con el valle al fondo

La subida a O Cebreiro me recordó a la calzada romana de Cercedilla.  Solo que está ver vez iba sin ampolla,  y con una forma física mejor.

Foto de carmen con Giancarla que me ha regalado un abanico precioso

4 comentarios: