Hoy ha sido un día duro. A los cinco km ha empezado a llover y ya no ha parado. Pero empecemos por el principio.
He dejado el hostal en Medina de Rioseco, que se llama así porque cruza un río llamado Sequillo, como el tractorista que hace las labores en la finca de los pistachos de Bolaños. Hacia bastante frío así que me he puesto el chubasquero y me he quedado fenomenal. No hacia tanto frío como para ponerme el jersey. He cogido la variante que pasa por Berrueces. A donde he llegado rápidamente con tiempo fresco y nublado. He llegado al pueblo y he hecho un par de fotos a la iglesia. Al salir del pueblo ha empezado a llover y me he puesto la capa y los pantalones impermeables. Estaba perfecto. Y ha seguido lloviendo y lloviendo sin parar, pero yo estaba bien cubierto. Las zapatillas se han portado de maravilla porque no han calado. Lo malo ha sido el barro. A medida que caminaba se me pegaba más y más barrio así que he tenido que salir del camino y caminar todo el resto por los campos segados y por los cardos, que afortunadamente no pinchaban. Con dificultad y mucha agua he llegado a Moral de la Reina con la esperanza de que hubiera un bar. Aún me quedaban diez km y necesitaba un poco de ambiente seco. Pero no, el bar estaba cerrado así que me he refugiado en el porche de la iglesia donde afortunadamente había un banco largo para sentarme.  He aprovechado para beber agua y comer unas cuantas almendras con la esperanza de que dejara de llover. Pero no ha parado, así que me he quitado el polo y me he puesto la camiseta térmica. Estaba el ambiente fresco pero no hacia mucho frío. Ya calentito con la camiseta me he puesto todos los impermeables otra vez y me he armado de valor para atacar la segunda parte de la etapa. Ha sido un camino largo y húmedo. Las zapatillas seguían aguantando el agua. Fueron una buena compra. El camino ha transcurrido entre hierba seca, todo muy húmedo, y siempre huyendo del barro. Lo malo es que cada quinientos metros había un arroyo y tenía que salir del camino y volver al camino. Ha sido un poco coñazo. Pero al final he llegado a Cuenca de Campo. Otro pueblo enano. Esta vez me he ido directamente a la iglesia porque no paraba de llover a refugiarme en el porche. Quería ver que opciones tenía. La más directa era ir al siguiente pueblo que era más grande y con más posibilidades. Pero eran cinco km más, y seguía lloviendo... Pero el albergue, como todos estaba cerrado y había que llamar. Las zapatos empezaban a mostrar síntomas de humedad en el interior, pero que posibilidades tenía? Pues seguir. Y de repente veo una luz encendida, UN BAR!! me he lanzado directo al bar y me he cruzado con las dos peregrinas americanas que llevó viendo desde hace días. Salían del bar con toda la lluvia. Pero un bar... He entrado y lo atendía un chico con su madre. Albero y Carmina. Muy amables. Me he cómido el menú, y después de hablar con ellos he decidido quedarme en el albergue. Estaba empezando a tener frío, así que he ido a la mochila a coger el jersey. Y sorpresa!!! No estaba. Vaya contratiempo, con el frío que hace y yo de cachitas veraniego. pues nada, a joderse toca. Mañana en el próximo pueblo espero encontrar un sitio donde comprar un jersey nuevo. Porque con la ciclogenesis explosiva que tenemos creo que lo voy a aprovechar y mucho.
Ahora estoy en el albergue abrigado con dos mantas zamoranas viendo la televisión. Más tarde iré al bar a cenar ya ver el fútbol. Y de paso me mezclo con los lugareños.
Aquí os pongo las fotos de hoy.

La etapa de hoy, 25 km muy húmedos.

El tiempo al final de la etapa. Me quedo aquí a dormir en el albergue

 

El tiempo de Moral de la Reina, con el bar cerrado

Una ermita en el camino

La iglesia de Berrueces. Todavía no llovía

Mi esperanza de refugio en Moral de la reina....