martes, 22 de septiembre de 2015

Sigo sin cargador, y no he llegado Ponferrada porque me he quedado en el pueblo anterior que es muy bonito.
Salí ayer de Astorga, después de dormir en el albergue San Javier donde me quitaron el cargador. A mitad de camino hice una parada en un bar ecológico que atendía Pilar, muy simpática, hija de un militar de la guerra civil. Pero ella se declaraba pacifista y antibelicista todo el rato. Cuando ya casi salía para seguir el camino conocí a un peregrino curioso con el que coincidí después al final de la etapa en Rabanal del Camino. Este es un cordobés, hijo de francés y que se hace llamar Jan, aunque en la credencial pone Juan. Bueno pues este cordobés que trabaja de enfermero en el hospital clínico en Barcelona lleva hechos ya 17 caminos, y este en concreto lo esta haciendo desde el Vaticano, y la mayoría lo hace descalzo. Tiene un hijo de siete años con leucemia y por lo visto le han hecho un trasplante de médula que ha ido bien. Este camino debe ser de agradecimiento al santo.

Pasamos la tarde juntos con unos italianos primero y luego con unas alemanas en un solar con tiendas de campaña dónde Jan se iba a quedar a dormir. Vamos  un descampado durmiendo en una tienda de dormir. Jan viaja con Candela, una perra de tres años listísima, cruce de lobo y pastor alemán. Parece que este cruce da perros pequeños pero muy listos y bravos. Había que verla ahuyentar a mastines y pastores alemanes defendiendo la mochila de Jan.

Acabamos cenando un cocido maragato y dando las sobras a candela. Y también con unas cuantas botellas de vino desde la tarde, así que me fui a dormir pronto con una buena borrachera.

La etapa de ayer la hice con un fuerte dolor en la espinilla. Pensaba que se me pasaría pero me ha dolido toda la noche y he pensado que el camino se había acabado. Pero me he puesto una tobillera que traía, era de las últimas cosas de la mochila que faltaba por estrenar, y poquito a poco y caminando muy despacho me he echado al camino.

Hoy ha sido un camino muy bonito pero apenas lo he disfrutado porque toda la mañana ha hecho una niebla muy densa y la vista de la cruz del fierro me la he perdido.

En Acebo, con más de quince kilómetros he pensado que podía comer y descansar. Y de paso me han cargado un poco el móvil. Pues eso, que me he comido un botillo que me ha sabido muy rico. Creo que esta noche me salto la cena.
He llegado después de una jornada muy Cansada a Molinaseca, un pueblo muy bonito que parece vivir de los peregrinos a la vista de tantas casas con habitaciones que hay. Pero es un pueblo realmente bonito, y la iglesia tiene unos tres retablos barrocos espectaculares.

Me estoy quedando en una habitación de Casa Alejandra, con balconcito. A ver que tal duermo y que tal la pierna mañana.

La etapa de ayer (no tenia cargador y no la puse):

Se nota que he dejado atrás Castilla y el camino se ha vuelto verde.

La cruz del cierto, pero con niebla. Una pena

Se ve Ponferrada al fondo del valle. Eso siempre motiva.

Los pueblos de hoy eran muy pintorescos y mas bien de montaña. Bierzo en vena

Este es Acebo. Muy bonito. El que mas me ha gustado

La iglesia de Molinaseca.

y La etapa de hoy concluida!! Esta si que ha costado

10 comentarios:

  1. Después de quedar roto en una sola etapa aprecio de verdad lo que son 25 km.
    Veo que el camino se va poniendo pintoresco con la gente. Qué envidia. Animo.

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  2. Ay, ¡¡17 caminos!! Si que tiene fervor ese Jan, ¿no? Y desde luego si su hijo se ha curado, 17 mas q hará. ¡¡Qué afortunados somos!!
    Papa, eso de la pierna, ¿no te pasaba antes cuando corrías? Se me ocurre que pueda ser postural. No se... Si ves un fisio-peregrino preguntale a ver qué te cuenta.
    De todas formas, qué bonito todo lo que cuentas. ¡Menuda experiencia!
    Muchisimo animo para mañana. Que tú puedes. Ya con lo que llevas es una proeza.
    Te mandamos un besote para la proxima etapa.

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    Respuestas
    1. Si, me ha pasado siempre, y ahora no iba a ser una excepción, pero ya estoy bien. Son cosas del camino, y la hay peores, sobre todo en las rodillas.

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    2. Si, me ha pasado siempre, y ahora no iba a ser una excepción, pero ya estoy bien. Son cosas del camino, y la hay peores, sobre todo en las rodillas.

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